Hi, i’m george

Hola, soy George. Trabajo con mis manos, mi cuerpo, aceites, música… y a veces solo con el silencio.

Creé mi espacio de masaje para sentir como yo quiero que otros se sientan: cálido, tranquilo, sensual y libre. Es un lugar que me calma a mí también, y donde me encanta estar.

Descubrí el masaje hace diez años, durante un viaje a Tailandia — me enganché desde la primera sesión. Al volver a Barcelona empecé a explorar distintos estilos y técnicas, hasta que recibí mi primer masaje californiano. Me enamoré de la forma en la que el masajista se movia por todo mi cuerpo con esa danza sensorial. Nunca habia sentido una relajación tan profunda, y supe que quería aprenderlo y ofrecerlo.

Antes de esto era profesor. Me gustaba trabajar con personas, acompañarles… y eso no ha cambiado. Pero cuando la pandemia llevó mis clases al mundo online, me di cuenta de cuánto necesitaba el contacto real. No quería seguir viviendo en camisa y corbata. Quería estar más cerca del cuerpo. Quería vestirme como quisiera. A veces, sin ropa.

Soy de Londres, pero vine a Barcelona buscando una vida más pequeña, más luminosa, más lenta.

Mis clientes suelen decirme que transmito calma y ligereza — incluso cuando no lo siento del todo por dentro. Creo que es porque amo lo que hago. Y porque disfruto conectando con las personas.

Me encanta cocinar, el café, la playa, el nudismo y hacer cosas con las manos. Y me encanta ver cómo alguien sale de mi sala respirando más profundo que cuando entró.

Cada sesión en George’s Room es mucho más que un masaje: es una invitación para parar, respirar, y reconectar.con tu cuerpo.

Mi sala es un espacio libre, donde el cuerpo puede soltar, donde se pueden expresar emociones, donde no hay jucio. Todo está bien. Aqui conmigo puedes relajarte de verdad - física, mental y emocionalmete.

Tanto para ti como para mí, cada encuentro es una oportunidad de estar presentes, de escuchar el cuerpo y permitirle expresarse sin juicios.

Creo profundamente en el poder del tacto consciente, el respeto mutuo y la autenticidad.

En mi espacio, todos los cuerpos y las identidades son bienvenidos. Aquí, lo importante no es cómo te ves, sino cómo te sientes.

Si esto resuena contigo, puedes escribirme cuando quieras.

Relajémonos juntos. Sin prisa.

welcome to my room